Guillermo Rouillon cumplió honradamente su cometido, Éste es su merito perdurable, supo con rigor Y coherencia ceñirse a La Verdad, Sin omisiones tendenciosas, no aceptó injerencias ni sugerencias y mucho menos estar al servicio de alguna persona interesada. Fue autónomo en su trabajo.
Expresaba sus sentimientos cuando decía : "… No soy espectador en la lucha por alcanzar un mundo más humano, un mundo donde el ser no contribuya a torturarse ni a torturar a sus semejantes. Reclamo el apostolado que todo hombre con sentido de eternidad debe tener. Me he consagrado a vivir la vida no en su superficie sino en su fondo oceánico. Combato la muerte creando la obra que contribuya a desterrar la soledad y la injusticia. Me considero heredero de otros hombres -que me antecedieron- cuyo pensamiento y acción se orientaron a humanizar la sociedad en que vivieron y trabajaron por el advenimiento de una sociedad nueva y digna.
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