Expresaba sus sentimientos cuando decía : "… No soy espectador en la lucha por alcanzar un mundo más humano, un mundo donde el ser no contribuya a torturarse ni a torturar a sus semejantes. Reclamo el apostolado que todo hombre con sentido de eternidad debe tener. Me he consagrado a vivir la vida no en su superficie sino en su fondo oceánico. Combato la muerte creando la obra que contribuya a desterrar la soledad y la injusticia. Me considero heredero de otros hombres -que me antecedieron- cuyo pensamiento y acción se orientaron a humanizar la sociedad en que vivieron y trabajaron por el advenimiento de una sociedad nueva y digna